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¿Qué es?

La próstata es la glándula del aparato reproductor masculino situada debajo de la vejiga y por delante del recto, la parte inferior del intestino. La glándula prostática masculina tiene el tamaño de una nuez y es la encargada de la producción de semen.

El cáncer de próstata es una enfermedad que surge por la formación de células malignas (cancerosas) en los tejidos de la próstata. A diferencia de otros tipos de cáncer, el de próstata evoluciona de forma muy lenta. Su desarrollo es común en hombres de edad avanzada y es el tipo de cáncer más común entre los varones.

Según datos publicados por la Sociedad Española de Oncología Médica en junio de 2015, aproximadamente 29.000 hombres padecen cáncer de próstata cada año, siendo así el tipo más común entre los varones.

Causas

La edad es la principal causa del cáncer de próstata. A partir de los 50 años aumenta el riesgo de padecer cáncer de próstata en hombres de raza blanca mientras que en los varones de raza negra la edad a la que empieza el posible desarrollo de la enfermedad desciende hasta los 40 años. Los hombres de raza negra tienen más posibilidad de desarrollar cáncer de próstata a diferencia de los varones asiáticos, que son los menos propensos a su desarrollo.

El cáncer de próstata está influenciado por la historia familiar, es decir, aquellos varones que tengan un familiar de primer grado diagnosticado de esta enfermedad tienen más posibilidades de desarrollarla en el futuro.

Otros factores como las dietas también pueden ser causa de la aparición de esta enfermedad. Estudios recientes revelan que el consumo elevado de grasas animales puede relacionarse con el riesgo de padecer cáncer de próstata.

Síntomas

Si la enfermedad se encuentra en las primeras fases, es decir, cuando el tumor está limitado a la próstata puede que no se presenten síntomas o que estos sean leves, como la disminución o la interrupción del chorro de orina, el aumento de la frecuencia de la micción (sobre todo por las noches) o algún tipo de escozor o dificultad a la hora de orinar.

Cuando los tumores están avanzados se acompañan de síntomas claros como la hematuria o sangre en la orina, edemas, hinchazón de piernas, dolores óseos o incluso debilidad o pérdida de fuerza en las piernas.

Diagnóstico

El tacto rectal es el principal método de diagnóstico consistente en un examen del recto mediante el que el médico introduce un dedo dentro de un guante lubricado para palpar la próstata a través de la pared rectal en busca de alguna anormalidad. La próstata se sitúa delante del recto y la mayoría de los cánceres de este tipo comienzan por la parte posterior de la glándula, por lo que se puede diagnosticar en un tacto rectal.

La determinación de los niveles en sangre de PSA es una prueba médica que mide las concentraciones de este marcador en sangre. Se trata de una sustancia producida por la próstata que se puede encontrar en mayor cantidad en la sangre de los hombres que tienen cáncer de próstata.

Otro método de diagnostico consistiría en realizar una ecografía transrectal que consiste en insertar una sonda, del tamaño de un dedo aproximadamente, por el recto para examinar la próstata. La función de la sonda consiste en emitir ondas sonoras en el recto que rebotan en la próstata para crear ecos que capta la propia sonda. A su vez, un ordenador convierte el patrón de ecos en una imagen blanca y negra de la próstata. Esta prueba es indolora y no se utiliza como prueba de detección de cáncer precoz ya que se utiliza con mayor frecuencia durante la biopsia prostática para guiar a las agujas de la biopsia al área deseada de la próstata.

Tratamiento

Existen tres procedimientos principales contra el cáncer de próstata como la cirugía, la radioterapia (con o sin hormonoterapia) y la observación vigilada. La elección del tratamiento depende de diferentes factores como la probabilidad de que el tumor este ligado a la glándula prostática y tenga así altas posibilidades de curación.

El tamaño tumoral y el grado histológico, o aspectos como la edad del paciente y su estado, incluso los posibles efectos secundarios de las distintas formas de tratamiento, son otros factores que influyen en la forma de tratamiento del cáncer de próstata.

Prevención

Un estudio realizado entre hombres con alto riesgo de padecer cáncer de próstata reveló que la administración del fármaco Finasteride consiguió reducir en un 25% el riesgo de padecer cáncer de próstata en comparación con un placebo. No obstante, este medicamento causó efectos secundarios como descenso del apetito sexual e impotencia. También se halló una tasa de tumores de alto grado en los pacientes que tomaron el fármaco dentro de este estudio.

Por su parte, se recomienda el consumo de tomates y sandías ya que tienen un alto contenido en licopenos, unas sustancias antioxidantes que ayudan en la prevención del daño al ADN. Aunque no está demostrado científicamente que el consumo de estos alimentos se relacione con una menor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata en un futuro.

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