¿Cómo pretendemos curarnos de las diferentes enfermedades que nos afectan, sin antes deshacernos de las sustancias nocivas y metales pesados alojadas en nuestros órganos? Y que justamente son la causa principal de la gran mayoría de nuestros padecimientos.
Los metales pesados tóxicos son químicos presentes en la naturaleza que nuestro cuerpo no puede asimilar, acumulándose y dificultando la absorción de minerales y nutrientes esenciales. Sin embargo, cada vez están más presentes en el agua, aire y alimentos debido a actividades humanas como:
- Minería.
- Uso de combustibles fósiles.
- Fertilizantes y pesticidas en el sector agropecuario.
- Producción industrial.
Los metales pesados tóxicos más conocidos son el mercurio, el plomo, el cadmio y el arsénico que no tienen un efecto vital o beneficioso para el organismo, y su acumulación en el tiempo y en el cuerpo puede causar serias enfermedades.
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